domingo, 6 de junio de 2010

Reina

Alguien le dijo: quiere verte. Deprisa.
Aligeró el paso mientras seguía pensando en sus cosas. No es hombre de etiquetas ni nunca lo ha sido. Supuso que ella lo había llamado para hacerle algún comentario sobre el concierto que terminaba.
Siempre tan sencillo se acercó a ella, ínclinó la cabeza mientras le estrechaba la mano. Ella le saludó y él soltó: "Buenos días mi Reina". Levantó la cabeza al oir la fuerte carcajada del Rey.



Sí, acabo de ver la final de Roland Garros, a Nadal y a nuestra Reina y... aquí estamos recordando.