Mis recuerdos infantiles de la SGAE no pueden ser mejores. Mi padre, autor, se iba con mi madre a Madrid dos veces al año a recibir la liquidación semestral de sus derechos de autor.
Aprovechaban para dejarnos con los abuelos y perdernos de vista un par de días. Luego regresaban cargados de regalos.
En la distancia temporal veo la filosofía de aquellos jóvenes padres que pensaban que los mejores juguetes, aquellos de los que no se iban a olvidar sus hijos en la vida se los iban a regalar ellos, no ningún barbudo tipo Reyes Magos o Papá Noel.
Así, al coincidir el final del curso y el inicio de la Navidad con dichos viajes, traían regalos impactantes y que han quedado asociados a esos viajes y a esa institución.
Por aquella época mi padre tenía su "conjunto" con el que actuaba todo el verano de fiesta en fiesta. Visto desde ahora, la diferencia con los artistas no super famosos es que hoy compaginan su afición con ser camareros y entonces eran funcionarios. En aquel grupo el que componía era mi padre.
Muchas historias se agolpan por salir ahora mismo vía estos deditos que teclean, pero me quedo con una que, cuando me la contaba mi tío la semana pasada, me sonaba a nueva.
Parece ser que, una vez hace mucho mucho tiempo, para dar a conocer su música, realizaron una inversión de 1500 pesetas en producir su propio disco, de aquellos inolvidables vinilos de cara A una canción y otra en la cara B.
Pues bien, mi padre aprovechó una visita a su ciudad natal para recorrer todos los garitos nocturnos de la ciudad acompañado de su cuñado (el que me relataba la anécdota) regalando a los dueños su música.
En aquella época el que triunfaba era Adamo y el argumento de mi progenitor en todos los sitios era siempre el mismo: A ver, ¿cuándo va a venir Adamo aquí a tomarse un cubata? Pues yo estoy aquí, a mi me tienes cuando quieras.
La cosa debió funcionar porque aquella inversión en los siguientes 6 meses se multiplicó por 200 en derechos de autor. En aquellos lugares sonaba la música paterna y se lo decían a la SGAE.
El tal Adamo suena así, no es mi estilo, lo reconozco.
Tombe la neige by Adamo
8 comentarios:
Hay que pagar derechos de autor y lo veo correcto. Es justo pagar el trabajo. Pero yo me acuerdo de toda la SGAE cada vez que compro un CD para hacer MIS fotografías o grabar MIS programas de radio.
Este Adamo no lo tengo dentro de mis registros, je, será porque por estas tierras no se pagaba derecho de autor por él, jeje.
Ahora, yo estoy de acuerdo que cuando algo es originalmente de uno, sea lo que sea, debería percibir algo por su utilización, pero se les va la mano. La música y el cine deben ser los únicos que reciben dinero por las dudas que grabes sus producciones en un cd o dvd.
No me imagino pagando un canon con la compra de revistas por las dudas de que alguien plagie una decoración interior o el diseño de un edificio para uso propio.
Porque si fueramos justos con todas las profesiones, deberiamos entonces pagar por el uso de nuestros sentidos y eso es imposible.
Un beso desde el sur...
No me parece ni medio justo ni de sentido común que Alfonso, yo y casa todo el mundo tenga que pagas canon por grabar las fotos de un día de sierra o de playa.
En cuanto a Adamo no solo no fue nunca mi estilo de cantante, sino que realmente me parece empalagoso
como ya dije en el post anterior a mí tampoco me parece justo pagar el canon "por si acaso" cuando compramos dvd's, cd's, discos duros etc. No me gusta que, como la tecnología lo permite, que den por supuesto que voy usarlos para piratear sus obras.
Es más, creo que deberíamos reclamar que nos devuelvan el canon pagado por esos aparatos cuando los usamos para grabar nuestra propia obra.
Más todavía, en algunos casos incluso creo que se les podría demandar por hacernos sentir como delincuentes, como piratas cuando no lo somos.
Esto no quita que crea que los autores tienen derecho a una remuneración por su obra, como los científicos la tienen por el uso de sus patentes.... quizás sea demasiado que sea hasta 100 años después de su muerte y que también "cuente" como obra una versión de una obra antigua. Eso para mí siempre ha sido copiar y por tanto un fraude. Pero es mi opinión, claro.
Adamo? Pues hija, no me suena de nada, te lo juro. Yo seguiré pirateando, que soy paupérrima.
Supongo que lo que más rabia debe dar es que las tecnologías de entonces no permitieran guardar más recuerdos de la época, ay Youtube, si te hubiéramos conocido antes!!!!
Un saludo
Muy bonita la historia.
Alguién debería poner un juicio a la SGAE, para cobrarles a todos y cada uno de sus miembros, por cada vez que miran o entran en su sede, el Palacio de Longoria.
Ya de paso deberían abrirles otra causa, por plagio intelectual, ya que dicho edificio, copia de forma pretenciosa, con cierto mal gusto, el estilo modernista.
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