Violencia de género, otra vez

Pensaba pasar el veranito con música y poco más. Pero no queda más remedio que volver a ello. Violencia de género.
Las cifras son espeluznantes: 40 muertas en 2008 a manos de sus parejas o ex parejas. Las dos últimas una mujer de 72 años asesinada por su marido “de toda la vida” a cuchilladas y una joven de 18 años por su pareja a puñaladas. El filtro de la edad no existe, de toda edad y condición.
La diferencia entre las dos muertes de 8 días.
Entre medias, nos enteramos de que una mujer estuvo secuestrada 3 años por su marido, años en los que la maltrató, la violó (un embarazo fruto de una de esas violaciones desembocó en aborto por una brutal paliza) y ahora 5 años después, el maltratador anda por la calle.
Vemos también como un hombre Jesús Neira, está en coma desde hace 12 días por los golpes que recibió al mediar en una agresión de un hombre a su pareja. La mujer posteriormente negó que fueran malos tratos y quiso impedir la difusión de las imágenes en las que se ve que sí, que hubo agresión a ella y posteriormente a Neira. El tema de si hubo negligencia médica o no es importante pero no quiero centrarme ahora en él.
Con esto, poco queda por decir. Insistir como ha hecho el Instituto de la mujer en que hay que avisar a policía o al 016 cuando se asiste a una agresión de este tipo pero también reflexionar en que muchos casos no es posible que la ayuda policial llegue antes de la tragedia y que en muchos casos, gente como Jesús Neira han librado a mujeres de una muerte segura. A veces, hacen falta héroes para estas cosas.

Claro, la justicia... ¡cuántos errores, cuántas malas interpretaciones!
También pensar una vez más en el síndrome de Estocolmo o en la fuerza del amor que hace que mujeres como ésta no reconozcan los malos tratos. De esto mucho habría que hablar de lo que muchas personas aguantan dentro de una pareja. La primera expresión de violencia hay que cortarla. No hay que consentir vejaciones, burlas, abusos, chantajes emocionales, amenazas… Los celos no son expresión del amor, son fruto de la inseguridad del o de la que los sufre y son perversos cuando se intentan traspasar la culpabilidad al otro.
Una última reflexión en el sentido de la igualdad de la que tanto hablo aquí: no sólo existen malos tratos físicos, los que acaban en muerte, existen los psíquicos y esos no solo son potestad de los hombres contra las mujeres, también existen de mujeres a hombres, de hombres a hombres, de mujeres a mujeres. Toda violencia dentro de la pareja debe desaparecer. Toda violencia tiene que desaparecer y está más cerca de nosotros de lo que pensamos.
Hace unos meses, en medio de mi crisis de estrés, me enteré de varios casos muy cercanos de malos tratos. Realmente me asustó por la cercanía y por lo de siempre: de cara al exterior damos una imagen que no refleja la realidad del hogar.
Termino como siempre que se habla de estos temas:
Teléfono de ayuda a mujeres maltratadas